El evangelio de San Lucas nos enseña que la semilla buena necesita tierra buena para producir fruto (8:8). Una manera efectiva para asegurar que nuestros corazones sean aquel suelo bueno es meditar en y apreciar la palabra que Dios siembra ahí. Estas reflexiones estimulan la atención y tocan la imaginación. Nos animan a la oración y nos ayudan a cuidar la buena semilla de la palabra en suelo que es bueno y fertil. Un año de domingos examina los evangelios proclamados durante el año litúrgico que comienza con el primer domingo de Adviento en el 2009 y continúa hasta el día de Cristo Rey en noviembre del 2010. Para cada domingo hay una breve reflexión, al igual que para el Miercoles de Ceniza, Jueves Santo, Viernes Santo y Sábado Santo. Al final de cada reflexión se proveen preguntas para meditar y alimentarnos en nuestra jornada durante la semana.