Esta pequeña historia es el reflejo de lo mundano en que vivimos, pero estos tiempos no son singulares, pues otras narrativas clásicas refieren traiciones y maquinaciones entre los dioses y entre los humanos. El texto es un desahogo de lo que es traicionado en dirección a su "diosa" que lo atrajo y lo traicionó. Los personajes forman parte del imaginario de aquel que cuenta la historia y visten en la perfección otros protagonistas ya narrados en "Metamorfosis" de Ovidio, donde el narrador cuenta la traición de Afrodita a su marido Hefesto. Sin embargo solo los nombres y la esencia del acto son los mismos, todo el resto no pasa de un lamento de la imaginación de autor de este cuento que discurre sobre una hipotética traición e infiere consecuencias.
La traición de Afrodita es un discurso transversal al camino del amor, más aún que este es un amor abruptamente interrumpido cuando uno de los personajes descubre que es traicionado, no solo físicamente sino de todas las formas en que se puede ser traicionado. Falsas promesas, omisiones, intromisiones y hasta injerencias en temas sensibles que son del fuero del alma de cada uno.
Este cuento pretende ser un análisis introspectivo sobre la forma como las vivencias nos enseñan, como la confianza es fundamental para la estabilidad de las relaciones entre seres humanos y como las tentaciones nos rodean hoy por todos lados. No hay aquí intención de ser puritano o chauvinista, sobre todo, se busca entender los sentidos y la forma como reaccionamos a los desaires y a las consecuentes ilaciones que se devienen de ello. Al mismo tiempo la historia intenta transcribir las emociones del personaje traicionado, así como sus dolores, heridas y penas que son trabajadas por él para que de la experimentación de este acto aprenda y siga su camino.