Dios plantó el árbol de la vida en el jardín del Edén. Matusalén vivió 969 años. Los patriarcas vivieron vidas comparables. Los reyes Sumerios vivieron vidas aún más largas. Otros pueblos antiguos cuyos descendientes se convirtieron en Indios llamaron al jugo de las hojas del árbol de la vida Soma y lo bebieron para aumentar su esperanza de vida. La inundación de Noé destruyó el árbol. El rey Gilgamesh lo buscó y encontró un poco debajo de las aguas de la inundación. Pero el Árbol fue destruido para siempre y Dios nos dijo que limitó nuestra duración de vida a 120 años. Qué era el Árbol de la Vida y cómo funcionaba: proporcionaba un ingrediente que reactivaba el gen de la telomerasa en nuestros cuerpos. Una prueba de laboratorio ha demostrado que este ingrediente puede hacer que las células humanas sean inmortales. Los programas médicos en curso nos harán inmortales. El progreso con los ingredientes del Árbol es tal que algunas personas que viven hoy se volverán casi inmortales.