Desde los Alpes hasta las fértiles llanuras del Danubio, Baviera es un lugar donde se cumplen todos los clichés: castillos de cuento de hadas legados por un excéntrico rey, el sonido de los cencerros en las praderas, las palmas contra los Lederhosen mientras se beben tanques de cerveza y poblaciones medievales amuralladas que parecen atrapadas en el tiempo. Sin embargo, Baviera ofrece mucho más. El viajero puede aprender sobre la innovadora industria del motor de Baviera en Ingolstadt, descubrir su pasado nazi en Núremberg y Berchtesgarden, probar vinos de talla internacional en Wurzburgo, emprender la ruta de Wagner en Bayreuth, buscar atracciones infantiles por toda la región. De casi todos los destinos suele decirse que tienen "opciones para todos los gustos" pero en el caso de Baviera no es una exageración.