Porque muchas veces es preferible morir bajo un zapato, como un insecto, que vivir una vida miserable. Las mujeres felices, como las naciones, no tienen historia, dice George Eliot. Blanca, la protagonista de Mejor morir bajo un zapato, sí la tiene y no es una especialmente afortunada. Esa premisa le permite a Susana de Murga abordar un tema que ya se dibujaba en su primera novela, La vida en un hilván: de qué dependen las decisiones que transforman nuestra vida y qué elementos del pasado condicionan a los individuos para trazar su futuro. No es el único tema que asoma por debajo de la trama; en una historia de traición y de credulidad, nacida del deseo, sobresale el relato de una experiencia terrible y de los recursos de supervivencia que es capaz de imaginar una mujer de naturaleza frágil. Desprotegida, víctima de algo que no identifica –ese "algo" sobre el cual gira el suspenso de la novela–, Blanca se refugia en el apoyo de su amiga Malena y descubre una fortaleza inusitada en la palabra: la que se encuentra en los libros y ofrece no sólo un horizonte, sino un puente para alcanzar al otro. Mejor morir bajo un zapato es una novela de estructura fragmentada que va y viene por el tiempo e intensifica los enigmas; la prosa detallista y analítica construye un entorno físico de gran realismo. Susana de Murga contempla a su protagonista sin complacencia pero con esa mirada comprensiva que permite al lector compenetrarse con el personaje.