En parte paraíso tropical y en parte apartado lugar provinciano, la accidentada isla de Mina de Oro, como la llamaron los españoles, de ahí su nombre actual, está dividida en dos por una cadena de altos montes (los High Rolling), que constituyen una barrera casi infranqueable y el telón de fondo de casi todo. Las montañas separan las dos provincias de la isla: la áspera y abrupta Mindoro Occidental y la más próspera Mindoro Oriental.

La isla ofrece mucho más que los complejos de submarinismo de Puerto Galera y alrededores en la costa norte, donde van casi todos los visitantes. Quien prefiera lugares apartados ha de aventurarse por Mindoro Occidental, donde Sablayan, sin apenas turismo, es el trampolín para el intacto arrecife Apo, meca del submarinismo. Con la mejora de las carreteras esta provincia va siendo cada vez menos inaccesible.

La costa sur es excelente para ir de isla en isla, mientras que las montañas del interior lo son para coronar remotas comunidades de indígenas mangyan.