Por el afán mediático de hacerse calificar como escritores, algunas personas sacan libros al mercado colocándolos en la red a precios irrisorios para alcanzar un volumen de venta significativo, y aunque algunos lo han logrado y muestran resultados económicos interesantes al llegar a volúmenes de ventas que superan los miles de libros, esto no quiere decir que sean necesariamente buenos, posiblemente obedecen a alguna necesidad del mercado insatisfecha que de alguna manera logran reconocer y cautivar.
Sin embargo no siempre se les augura una larga vida porque así como se vuelven un fenómeno de ventas de la misma manera desaparecen en el tiempo, a diferencia de grandes autores como don Miguel de Cervantes Saavedra que con obras como: el Quijote de la Mancha, engrandecen la literatura universal, y que si despertaran de su sueño eterno se sorprenderían al ver cómo los enormes esfuerzos que significa escribir una obra literaria y las muchas horas de trabajo, dedicación e inspiración se ven menospreciados.
No es por demeritar el trabajo de algunas personas que escriben libros, pero lo que no se debe hacer es sub valorar el propio trabajo de quien los escribe, porque no es lógico que después de muchos esfuerzos alguien ponga en venta su producto final por 20 centavos de dólar por el afán de vender. El riesgo que se corre es que ni siquiera se venda a ese precio, ya que nada garantiza que por ofrecer barato sea adquirido por el público.