Sólo un escocés puede robarle el corazón. No hay nada propio de una dama en Katherine Killin. Ella es una bruja que no puede ser dominada. Para deshacerse de ella y cumplir con una tregua establecida por el duque de Glencoe, su padre acepta casarla con el enemigo mortal de su clan, Ben Rannoch. Pero cuando Katherine se encuentra con el sensual y atractivo Kirk Rannoch, hermano de su prometido, repentinamente anhela ser dominada.