En este libro de reflexiones, he querido compartir mi testimonio y convicción de que la resonancia de un ser humano (y esta es mi experiencia personal) comienza, se fortalece y perdura a partir de su relación íntima con Dios. Deseo declarar que la fuente de poder en la vida del cristiano, en todos sus aspectos, radica en la presencia del Espíritu Santo que yace en su interior. En la medida en que meditamos, oramos y reconocemos el impacto significativo y determinante de Dios en nuestras vidas cotidianas (familia, instituciones educativas, comunidades, iglesias y empresas de trabajo) nos convertimos en seres humanos que contribuimos decididamente a la transformación de las vidas de otros seres humanos. La tarea es una de desarrollar la disciplina de la mente, del corazón, de la voluntad y de la acción que produce resultados milagrosos. Al obrar de esta manera descubrimos las claves de sabiduría bíblica que son útiles y sanadoras al enfrentar pruebas, tribulaciones y retos de la vida diaria, convirtiendo los mismos en victorias y resultados al cumplir las metas que Dios tiene para nuestras vidas. En el nombre de Dios, aspiro a proveer con sencillez y humildad consejos apropiados para adoptar decisiones inteligentes que impartan cierta dirección y propósito a los lectores. Si aprendemos de la sabiduría contenida en la palabra de Dios estaremos bien preparados para atender a nuestros cónyuges, hijos, amigos, clientes y prójimos necesitados.