La verdad es la representación correcta y completa de la realidad. No percibimos la realidad. Sólo percibimos una pequeña fracción de todo lo que es real: una representación de la realidad.

La verdad nos ayuda a evitar dos grandes errores en la vida: rechazar la verdad como error (error de tipo 1) y aceptar el error como verdad (error de tipo 2). Ambos tipos de error pueden resultar en consecuencias adversas para nosotros mismos y para aquellos que nos rodean. Podemos mejorar la calidad y la duración de nuestras vidas reduciendo la frecuencia con la que cometemos estos errores y lo mal que percibimos erróneamente la verdad.

Alineamos nuestras vidas a través de la confianza. Confiamos en que nuestra percepción sea lo suficientemente correcta y completa para que podamos alinear nuestras vidas con ella y que no suframos consecuencias adversasTenemos dos opciones: confiar en nuestra percepción de la verdad, o confiar en una guía. El Espíritu de la Verdad es ilimitado en su percepción de toda la verdad: física / temporal y espiritual / eterna. Él es completamente fiable, fiel y confiable. Él conoce la voluntad de Dios y conoce la voluntad de Dios específicamente para nosotros. Él conoce el camino que Dios tiene para nosotros, cuál es nuestro próximo paso y cuándo debemos tomarlo.Debemos elegir a quién confiar para guiarnos a la verdad: nosotros mismos o el Espíritu de la Verdad.