¿Por qué la investigación es un acto ético? ¿A quiénes beneficia la práctica ética de la investigación social? ¿Cuáles son las resistencias internas, tanto institucionales como de investigadores? ¿Cuáles son las responsabilidades de los ayudantes de investigación, los estudiantes, los entrevistados y los investigadores? ¿Cómo es la formación en ética de los estudiantes de posgrado en México? ¿Cuáles son los criterios con los que deben ser evaluados los protocolos? ¿Cómo resolver los conflictos de interés entre investigadores, instituciones, financieros y sujetos de investigación? Estas son algunas de las preguntas planteadas en los trabajos que forman esta obra. Sus autores tienen amplias y diversas trayectorias en la investigación social; discuten experiencias concretas de dilemas éticos, así como su resolución en contextos específicos. Este libro se suma a los debates nacionales e internacionales que abogan por asignarle a la ética en la investigación un valor que va más allá de los procedimientos normativos. Con ello se espera animar a más diálogos sobre la ética en la investigación social; llegar a consensos sobre parámetros clave que deben atender las investigaciones; generar sentido y compromiso de responsabilidad entre investigadores, profesores, estudiantes, investigados e instituciones, y también incluir el tema de la ética en los posgrados en ciencias sociales e inspirar una agenda nacional de investigación con más sentido ético.