Desde el año 2014 una serie de escritos e ideas aparecían sin ningún control por la mente, instruyendo una silente invitación a escribirlos sobre un papel. Mágicamente, este período con un despertar de identidad desde la individualidad hacia la colectividad, proceso que tiene directa relación con la investigación y observación íntima, lugar donde miedos y sustos tenían su propia independencia y jurisddicción sobre mi ser. No ha sido para nada sencillo, diferentes capas de energía aparecieron por la conciencia suplicando atención y compasión para ser sentidas en profundidad.Este libro tiene un espíritu más filosófico e investigador, tanto de la vida como de lo que aparece libremente por el espacio de convivencia. Quizás, un sentido más poético de la experiencia que estaba apareciendo en lo cotidiano. Caminaba y aparecía una idea y tomaba el tiempo de registrarla. Dormía y despertaba súbitamente con un escrito y, a pesar del sueño —jajajajaj— tomaba nota de las ideas. En veces, no podía seguir durmiendo. De todas formas lo disfrutaba ¡Es el despertador de la creatividad!..y uno con felicidad trabaja a su servicio. El material expuesto a continuación, estaba tranquilamente descansando desde el año 2016, desconozco el motivo, sin embargo, a grandes rasgos podría comentar que es la tercera parte de una trilogía, junto «Conversaciones con un Búho» y «Cantares de un Ermitaño» y que finaliza con estos pregones. Los tres en formato poesía en prosa ¿La diferencia? El estado interior y el afinamiento externo de intenciones y propósitos.Confiar en lo que uno siente y manifestar la experiencia de la conciencia tiene un valor que implica compartir lo que está en tu interior, específicamente en tu corazón. Por momentos, aparece la tristeza de algunos instantes de «noche oscura del alma», en otros callejones, la profundidad de la investigación personal y la libre interpretación de lo que nace desde el potencial creativo de cada ser humano. La creatividad nos permite reevaluar nuestras propias creencias y ser consciente de ellas para iniciar el proceso de elección personal. ¡Somos los creadores de nuestra experiencia! Aunque no tenemos el control sobre los resultados. ¡Interesante paradoja!