Peregrinación, Ciencias y Sufismo

ebook El arte islámico en Cisjordania y Gaza

By Mahmoud Hawari

cover image of Peregrinación, Ciencias y Sufismo

Sign up to save your library

With an OverDrive account, you can save your favorite libraries for at-a-glance information about availability. Find out more about OverDrive accounts.

   Not today

Find this title in Libby, the library reading app by OverDrive.

Download Libby on the App Store Download Libby on Google Play

Search for a digital library with this title

Title found at these libraries:

Library Name Distance
Loading...
A lo largo de toda su historia, Palestina ha visto cruzarse en su territorio las grandes culturas de Oriente Próximo. Pese a las destrucciones y devastaciones, esta convergencia enriqueció la región con refinadas tradiciones culturales que propagaron su fama hasta los más apartados confines del nuevo imperio musulmán. Para los creyentes que cumplían la hadj, Palestina pasó a ser enseguida una etapa sagrada que santificaba el peregrinaje a La Meca. Bajo las dinastías ayyubí, mameluca y otomana, oleadas de peregrinos afluían a Palestina para visitar el Haram al-Sharif (el “Noble Santuario”) de Jerusalén. En ese clima de fuerte religiosidad, no sorprende que Palestina se convirtiera en uno de los centros de enseñanza más prestigiosos del mundo musulmán. Los eruditos más eminentes iban a enseñar a la mezquita de al-Aqsa, hombres de letras reputados en todo el mundo musulmán participaban apasionadamente en debates, exégesis y polémicas. Centenares de madrasas se construyeron en Jerusalén, Hebrón, Nablús, Gaza, Safed, y el Haram al-Sharif llegó a acoger hasta a 360 maestros de diferentes disciplinas. Todo ello dio un impulso decisivo al desarrollo del pensamiento sufí, así como a una actividad económica animada por este incesante movimiento de estudiantes y creyentes. Miles de mausoleos, mezquitas, zawiyas (residencias para sufíes), madrasas y caravasares se construyeron gracias al sistema de waqfs (cesión de bienes o ganancias en favor de instituciones benéficas), que permitían también a los establecimientos recibir considerables subsidios. En bien de la historia del arte, estas dotaciones –que, bajo la dominación otomana, se extendieron a Asia, Europa y África– garantizaron también la larga duración el mantenimiento y conservación de un impresionante patrimonio edilicio. Fue así como, en una pequeña área, un suntuoso patrimonio ha transformado al país en un notable museo de arquitectura donde hoy se encuentra representado todo el abanico de estilos islámicos.
Peregrinación, Ciencias y Sufismo