Esta obra esta hecha de una multitud de sensaciones: alegría, fragilidad, maravilla, deseo, nostalgia, amor, agobio, libertad... Es un himno a la vida, en un momento histórico en que los telediarios solo hablan de crisis. Con la fuerza de quien no quiere ser aplastado por la negatividad, la autora ¡se enfrenta al desconocido, al viaje! La larga aventura por los lugares salvajes de Latinoamérica y del sur de Italia se convierte, entonces, en un estímulo para volver a maravillarse de la vida, para recuperar la libertad, después de haber renegado de si misma; de esa manera se conecta con la parte más niña, libre, abierta e indómita del alma. Son poesías de "vida vivida", escritas más con el corazón, con el vientre, que con el intelecto. A pesar de que cada poesía es un mundo aparte, un lector atento puede encontrar el hilo que las conecta todas y así trazar un cuento que empieza en Roma, se desarrolla cruzando el Océano y se finaliza en Italia. Y los por qué del final te llevan otra vez a la primera poesía; como en un círculo en que, una vez cruzado, se vuelve de nuevo al punto de partida: se recorren los mismos espacios, pero siendo una persona distinta, en continua evolución.