Témoris Grecko, periodista de reconocida trayectoria, se dió a la tarea hacer el recuento y análisis de esa noche trágica, y sus investigaciones destaparon un pozo más profundo de lo que se pensaba: el trágico destino de los normalistas es la punta de una madeja que empieza en el cultivo y tráfico de enervantes en esa zona de Guerrero que podemos llamar el Pentágono de la Amapola, el cual transcurre por todo el país de Iguala a la frontera, se extiende por Estados Unidos y con toda seguridad termina en las operaciones de lavado de dinero en centros financieros globales y paraisos fiscales.