La leyenda del cuarto Rey Mago, cuenta la historia de Artabano, un Rey que junto a Melchor, Gaspar y Baltazar partió, siguiendo la estrella cometa en busca de niño Jesús.
Durante el viaje le suceden muchas cosas, que lo llevan a acumular un enorme retraso en su viaje, tanto de perder las huellas de los otros tres Reyes Magos. El retraso se debe a su encuentro con muchas personas menos afortunadas a las cuales Artabano no se exime de ayudar. Todos los dones que él lleva para dar al niño Jesús, los ofrenda uno ad uno para ayudar a los que más necesitan, su viaje a través del Gólgota y de los años, lo lleva a encontrar al Rey de Reyes sobre el monte del Calvario, pobre, sin sus dones después de un viaje de más de treinta años, no lo puede creer:
«He llegado mi Rey, con las manos vacías, en mi largo camino he regalado todo los dones que traía para ti... Oh, Señor, háblame. Dime algo: Mi Señor, después de tanto tiempo buscándote, no puedes morir así, responde...»
Estas son las palabras que Artabano canta y su mensaje es ese mismo, aun que si Artabano no ha llegado a encontrarlo, a querido hacer el bien a su prójimo del mismo modo:
«En verdad os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos hermanos míos, aun a los más pequeños, a mí lo hicisteis».
No existe vida más hermosa de aquella vivida amando al prójimo.