En el año de 1968 en la Ciudad de México, ocurrieron varios acontecimientos. Unos buenos como los Juegos Olímpicos y otros no tanto, como lo fue la Masacre de Tlatelolco. Al mismo tiempo, al norte del País, en el Municipio de General Terán Nuevo León, sucedieron un par de sucesos, que trajeron terror e inseguridad al tranquilo pueblo; como lo fueron, el decomiso y por consecuencia, arresto de un grupo de Campesinos por el cultivo de amapola. Y la aparición inexplicable de un asesino en serie, que sembraría pánico en todas las Familias del Pueblo. Hay ocasiones cuando el amar a tus hijos y protegerlos celosamente, no es suficiente, tal vez es culpa del favorito de todos, ?El Destino?! o simplemente es una mezcla de varios factores, incluyendo: La falta de respeto hacia otras personas, la carencia de dignidad en algunas, el complejo de superioridad en una gran mayoría, la siempre presente división social y el continuo rechazo y maltrato a cierta gente, solamente por su apariencia, su orientación sexual, vocación religiosa, origen étnico, o el padecimiento de alguna discapacidad física y mental. Lo cierto es que muchas veces, nosotros mismos creamos a nuestros monstruos. Después culpamos al resto del mundo, sin darnos cuenta que cada uno de nosotros puede hacer un poco de diferencia, al practicar el respeto mutuo.