A partir del año 1985 se viene observando la presencia de una enfermedad fungosa que afecta el fruto, ocasionando en la pulpa pudriciones de color marrón oscuro y sobre la corteza de la fruta manchas hendidas de color negro, por lo cual se le conoce con el nombre "peca". La introducción de nuevas técnicas usualmente genera nuevas expectativas y nuevos temas de estudio. Este es el caso de los fungicidas de acción específica, que constituyen una nueva arma de altísima efectividad contra los patógenos fungosos pero que han traído consigo el problema de la resistencia. Las plagas y enfermedades en piña, presentan una gama de pérdidas que inducen muchas veces el uso del control químico, el cual si es realizado de una forma indiscriminada y sin un criterio de sostenibilidad, inducirá a la degeneración del agroecosistema piñero y, en el menor de los casos, en la inducción de la resistencia de las plagas y patógenos contra los pesticidas de diferentes grupos químicos.