Han pasado tres años desde que Jesse Ross tuvo que escoger entre su Amo y su novia; tres años que ha pasado viviendo en una relación romántica con Will, su Amo, y siendo por fin abierto sobre el tema de su sexualidad. A simple vista, la relación de Jesse y Will es estable, sólida y romántica; la gente espera que sienten cabeza, se casen y formen una familia. Es necesario un accidente de coche para exponer las grietas de su vida juntos.

Traumatizado por el accidente, la confianza de Will desaparece. Tras causar dolor a Jesse, sin querer, durante el accidente, Will encuentra imposible hacerle daño en el dormitorio y, de repente, tiene que reconsiderar su capacidad para ser el Amo de Jesse.

El bloqueo físico y emocional deja a Jesse intentando recomponer las piezas de su relación. Las cicatrices físicas puede que se curen con el tiempo, pero el trauma emocional ha dejado más daño del que los dos podrían haber previsto.