Semilla de Eternidad cierra el ciclo y está narrada por una voz femenina que cuenta la historia de su padre, un compositor recientemente muerto en Ambite, pequeña ciudad de la Comunidad de Madrid a orillas del río Tajuña, donde discurre la historia. Anna, la protagonista, es también hija de una pintora que muere de parto en el momento de su nacimiento. Las personalidades de sus padres y sus desconocidas biografías para la narradora y protagonista marcan su propio destino como mujer que se desvelará, al tener una hija, en una continuidad entre el pasado y el futuro, y en la percepción de la vida como semilla. Tagol, como ciudad, es el asunto de una ópera, que escribe el compositor, padre de Anna, dando así una perspectiva diferente sobre la temática general de la trilogía.