Hace 25 años que Luis Carlos Galán fue asesinado y aunque abunda material investigativo y periodístico sobre 18 de agosto, dos preguntas siguen abiertas: quién lo mató y, más importante, ¿qué pensaba el presidenciable en sus últimos días? Enrique Patiño ha trabajado con las herramientas de la ficción para adentrarse en el pecho agitado de Galán, en sus inseguridad y en su creciente sensación de soledad. Ni un paso atrás es, al mismo tiempo, la historia de una vida de novela y la novela sobre un hombre que adivina el fin de sus días, con la amargura de no poder concretar su mayor ambición: cambiar el orden de las cosas en Colombia. Patiño ha hecho un ejercicio de inmersión en Galán que no se había visto hasta la fecha. Esta es la historia de un hombre, pero también la historia de lo que quizás pudimos ser como nación.