Padre Antonio Laranjeira, C.S.Sp., junto con la clase de novicios de 1987 ha compilado una pequeña historia de la Congregación del Espíritu Santo en Puerto Rico. Representa horas y horas de trabajo realizado por más de 30 sacerdotes principalmente de los Estados Unidos, pero también de Alemania, Inglaterra, Portugal, España, Canadá e Irlanda que han respondido a la llamada del Señor. Han fundado docenas de parroquias e instituciones de educación, sin retener nada para sí mismos, para enriquecer la Iglesia boriqueña. Aunque la mayoría de ellos ya han regresado a la casa del Padre Celestial, un pequeño y frágil grupo de Boricuas mantienen viva la llama de la espiritualidad misionera de nuestros fundadores y siguen trabajando para pasar la batuta a la próxima generación de Espiritanos Puertorriqueños.