Es fácil comprender por qué esta narración permanece en el anonimato desde hace siglos. La concepción de obsceno y pornográfico es producto de una moral sexual represiva, que empieza a perder fuerza en los últimos años del siglo XIX y luego con la aparición de la fotografía. Autobiografía de una pulga es un relato para adultos -que llegó a ser llevado al cine en un film de naturaleza poco usual en la industria de la pornografía-. Se muestra como la expresión de alguien en la búsqueda de renunciar a lo anormal para encaminarse a la normalidad, y cae dentro del tipo de literatura que actualmente se reconoce como necesaria para el estudio de la conducta humana. Con frecuencia -demasiada para nuestra desventura- resultan ser aquellos que en apariencia reprueban las manifestaciones sexuales o amorosas, los que en la privacidad son los que poseen una naturaleza más desenfrenada en su sexualidad. Ese tipo de individuos fueron elegidos por el autor para integrar el elenco de personajes de esta obra. Personas que declaman ajustarse a un código moral extremadamente severo, mientras que en su más recóndito interior abrigan los deseos sexuales más voluptuosos y perversos.