En la década de 2040, la Tierra experimentaba un auge en el avance tecnológico, y los avances en la teoría de cuerdas se volvieron cruciales para reescribir el destino de la humanidad. Los físicos, aprovechando su profundo conocimiento de la relación entre la teoría de cuerdas, la materia oscura y la antimateria, consiguieron apoyo mundial y establecieron una base experimental prehistórica en el desierto del noroeste. Desde la solución del desafío de la generación de energía de fusión nuclear hasta la primera observación experimental de la transformación de la materia y la antimateria, pasando por los avances en la tecnología de propulsión warp y el descubrimiento de un nido zerg basado en silicio en Fobos, también alcanzaron un éxito notable.