Clara aparece como un espejo roto donde se reflejan el miedo, el deseo y la incomodidad de existir en un mundo que nunca ofrece refugio. La narradora, atrapada entre la necesidad de comprenderla y la certeza de que acercarse demasiado puede costarle caro, se sumerge en una búsqueda que es también un descenso hacia su propia fragilidad.

Diario de una inadaptada es una exploración íntima de la soledad, la obsesión y la imposibilidad de encajar. Con una prosa directa y sin adornos, Moisés Morán Vega abre las páginas de un cuaderno que late con dudas, heridas y silencios. No es solo la historia de un encuentro peligroso, sino también la de una identidad que se construye en el filo de la incomodidad.