Huí del matrimonio arreglado de mi padre directamente a los brazos del alfa más peligroso de la región.

Mi nombre es Freya Blackwood y se suponía que me casaría con un monstruo.

Cuando el "socio comercial" de mi padre torturó hasta la muerte al hombre que me importaba como lección de obediencia, supe que tenía dos opciones: someterme o huir.

Elegí correr.

Pero escapar al territorio de la Manada Stone se suponía que sería temporal. Nunca imaginé que me encontraría con Scott Stone, el alfa al que llaman inamovible. Despiadado. Implacable.

Definitivamente nunca esperé que el vínculo entre nosotros se estableciera en el segundo en que nuestras miradas se cruzaron.

Ahora estoy atrapado entre tres opciones imposibles:

Scott dice que me protegerá. Pero mi padre lleva meses planeándolo y no acepta un "no" por respuesta.

Cuando aparecen funcionarios del gobierno con documentos legales que les dan derecho a arrastrarme de regreso, me doy cuenta de que nunca se trató de un matrimonio arreglado.

Se trataba de control. Poder. Y la destrucción sistemática de cualquiera que se atreviera a elegir su propio camino.

La instalación a la que me llevan no es un centro médico; es un lugar donde borran recuerdos, rompen espíritus y convierten a los lobos desafiantes en pequeñas marionetas perfectas.

Pero cometieron un error.

Pensaron que yo era sólo la hija fugitiva de Norman Blackwood.

Se olvidaron que también era amigo de Scott Stone.

Y los Alfas de Piedra no renuncian a lo que es suyo.

Algunos lazos son inquebrantables. Algunos amores valen cualquier lucha. Y algunas mujeres se niegan a ser víctimas de nadie, incluso si eso significa derribar todo el sistema.