El hospital como piel reúne una serie de textos nacidos al calor de una época signada por el desconcierto y la fragilidad. Desde el relato que da nombre al libro, centrado en la figura de León Bekman —un hombre que eligió vivir en el Hospital Israelita—, hasta las reflexiones sobre el amor, el dolor y la dimensión política del malestar social, cada página se erige como un gesto de resistencia ante el olvido y el individualismo. Alter Rozental combina sensibilidad, mirada crítica y vocación por lo humano; así, traza un mapa posible de nuestras vulnerabilidades, en su búsqueda por comprender cómo habitamos el mundo cuando todo parece temblar. Aquí no se buscan respuestas definitivas, sino compañía en la pregunta. Porque, a veces, narrar también es una forma de cuidarnos.