Yo no era más que una mercancía dañada que se intercambiaba para pagar una deuda.

Marcus destruyó todo lo bueno que había en mí. Seis años de tortura. Seis años de tener a mi lobo reprimido. Seis años de creer que no valía nada.

Luego Alpha Tyler Blackwood firmó el contrato que me hizo suyo.

Creí que estaba saltando de una jaula a otra. Se suponía que Tyler era frío, despiadado, insensible. Todos lo llamaban el Alfa de Hielo por algo.

Pero cuando me mira, no veo un monstruo. Veo a un hombre que ha estado esperando toda su vida a alguien a quien amar.

Cuando me toca, mi lobo roto se mueve por primera vez en años.

Cuando promete protegerme, casi le creo.

Casi.

Porque a los hombres como Tyler no les gustan las mujeres como yo. Y cuando descubra que no puedo transformarme, que no puedo ser la Luna que su manada necesita, me enviará de vuelta al infierno del que vine.

¿No lo hará?

Pero Tyler tiene otros planes...

Dice que no estoy rota. Dice que soy perfecta tal como soy. Dice que incendiará el mundo antes de permitir que alguien me vuelva a lastimar.

Tal vez es hora de que deje de huir de la mujer en la que podría convertirme.

Tal vez sea hora de que aprenda qué sucede cuando un lobo enjaulado finalmente recuerda cómo morder.

Algunos contratos están hechos para romperse.

Otros están hechos para unir dos almas para siempre.