No todas las historias de encuentros con seres de otros mundos terminan con luces brillantes, viajes espaciales o mensajes de paz. Algunas se desarrollan en la oscuridad, entre ecos de gritos ahogados y recuerdos que ningún ser humano debería conservar. Esta es una de esas historias.

En un rincón olvidado del universo, donde el tiempo y la lógica se distorsionan, un hombre —un simple terrestre— fue capturado por una inteligencia no terrestre, un ser cuya comprensión del dolor, la conciencia y la existencia desbordaba cualquier moral conocida. Lo que comenzó como una abducción pronto se transformó en un ritual de quiebre, donde los límites del cuerpo y del alma fueron empujados más allá de lo imaginable.

Pero esta no es solo una historia de tortura física. Es una inmersión en el abismo del pensamiento, en el desconcierto de enfrentarse a una criatura cuya crueldad no era impulsiva, sino científica, no nacía del odio, sino del estudio. En este relato, la ciencia ficción se encuentra con la teología, con la filosofía, y con la naturaleza misma del sufrimiento y la redención.

¿Puede una mente humana sobrevivir al contacto con una forma de mal que no comprende el bien? ¿Qué revela un extraterrestre torturador sobre nosotros mismos, sobre nuestras creencias, sobre Dios? Quizás, al final, lo más aterrador no fue el dolor... sino la mirada del Otro.

En el libro se presenta una encuesta, una serie de tipologías y reflexiones finales.