Víctor Ugarte es un joven periodista —atormentado por su pasado— que deseaba haber sido enviado a las olimpiadas de Barcelona, o tal vez a la Exposición Universal de Sevilla, pero no a un pequeño pueblo de Asturias donde todo parecía demasiado pequeño. Pero fue allí, en Tazones, entrevistando al anciano cuentacuentos Fernando Sampedro, donde su vida comenzó a adentrarse en un mundo en el que realidad y fantasía, a veces, fluyen de la misma forma. El anciano, a través de su historia y de sus cuentos, va sumergiendo al joven en una aventura en la que todo puede suceder; incluso el amor, a través de una chica que desde el primer momento parece tener una misteriosa conexión con Víctor, quien cree revivir cada día la vida de Fernando. Trasgus, hadas, sirenas, un cazador de estrellas y unos misteriosos espectros que portan la muerte en un ataúd vacío fluyen a través de las palabras del cuentacuentos. Seres que, poco a poco, van haciendo entender al periodista que para forjar un futuro hay que estar en armonía con el presente, y para ello es necesario hacer frente a los fantasmas que acechan desde el pasado. Esta es la historia de Rosa y de Fernando, cuyo amor se diluyó entre las brumas de la Guerra Civil; y la de Víctor y Julia, en cuyas manos queda el legado de cerrar las cicatrices que abrió un pasado injusto. Esta es una historia de amor, aventura y fantasía, en la que aquellos seres, de los que muchos hablan y en los que pocos creen, la convertirán en la más bonita del mundo.