Cuando Fraz despierta del caos y se encuentra en las ruinas del continente de Azel, solo posee un par de gafas rotas y un vago recuerdo de su tierra natal. Como forastero de otro mundo, su severa miopía le dificulta desenvolverse en un mundo que depende de la magia y la luz natural. Sin embargo, inesperadamente despierta la capacidad de comunicarse con objetos mágicos: la estatua de araña parlante Kunobi, el bloque de metal cambiante Eunice... Desde las tabernas de Kriannis hasta las calles del Sacro Imperio, desde la persecución de mercenarios hasta unirse al grupo mercenario "Espada de la Luz", cada paso que da está al borde de la magia y el peligro. Esta aventura es la lucha de un extraño por la supervivencia, y aún más, una larga búsqueda de un sentido de pertenencia.