En Verona, la nonna Sofía lo dijo con la claridad que solo dan los años: "A veces la vida comete errores en tiempo y espacio al colocar las fichas sobre el tablero. Y sin embargo, siempre encuentra la manera de corregir esos errores."

En el Tomo 14 de la saga, comenzamos a ver cómo cada una de esas fichas se pone en movimiento, guiada por la búsqueda de su verdad... y de su lugar definitivo.

Desde Londres, durante la ceremonia de los Premios Lyra, en un instante de lucidez y valentía, Camila le envía a Paolo —frente a las cámaras— la señal que trasciende las palabras: está lista para enfrentarlo todo.
Y él, desde Verona, lo comprende sin dudas. Porque cuando una señal es verdadera, no necesita explicación. Solo acción. Y así, comienza a construir el camino hacia ella.

Y en París, Paolo vive el sueño que lo acompañó desde niño: representar a Italia en los Juegos Olímpicos, codo a codo con los mejores del mundo. Pero lo que no imaginaba era que, más allá de la línea de meta, también estaría compitiendo por su propio futuro. Entre la gloria deportiva y las puertas inesperadas que se abren en el ámbito académico, una nueva señal llega a su vida —no desde un podio, sino desde un encuentro fugaz que cambiará su rumbo.

Tras un año de mantener un delicado equilibrio entre lo íntimo y lo público, Camila y Paolo se ven empujados al centro del escenario global. Durante los Juegos Olímpicos de París, una simple videollamada desencadena una avalancha de titulares, reacciones en redes y especulaciones que ninguno de los dos buscaba... pero que ya no pueden evitar.

El "Príncipe de Verona" y su "Principessa" se convierten en tendencia. Sin embargo, lo que para el mundo parece un romance de cuento de hadas, para ellos marca el inicio de decisiones difíciles: qué exponer, qué proteger... y hasta dónde dejar entrar al mundo exterior.

Mientras Paolo celebra su desempeño olímpico y lidia con la atención mediática, tres universidades internacionales le abren sus puertas con propuestas inesperadas. El ciclismo y la psicología ya no son caminos paralelos. Ahora debe elegir con claridad y sin excusas.

Camila, por su parte, enfrenta un dilema más íntimo: un mensaje de Maksym Lysenko a Romina reabre la herida que nunca terminó de cerrar.
La posibilidad de obtener respuestas que siempre le fueron negadas la obliga a dar un paso valiente, uno que podría cambiar su historia para siempre.

Y en medio de este nuevo orden, Liam también debe redefinir su lugar. El amor que compartió con Camila ya no existe como antes, pero la conexión que los une —Dylan— sigue creciendo en importancia. Liam descubrirá que hay despedidas que no rompen... solo transforman. Su estadía en Los Ángeles no será solo un paréntesis artístico, sino también una oportunidad silenciosa para reencontrarse consigo mismo.

En este nuevo tomo de Canción a Verona, las máscaras caen, las verdades se revelan y el pasado cede lugar al porvenir.

La saga continúa en el Tomo 15.