Paisajes de pocas palabras

ebook

By Blanca Saravia Ibañes

cover image of Paisajes de pocas palabras

Sign up to save your library

With an OverDrive account, you can save your favorite libraries for at-a-glance information about availability. Find out more about OverDrive accounts.

   Not today

Find this title in Libby, the library reading app by OverDrive.

Download Libby on the App Store Download Libby on Google Play

Search for a digital library with this title

Title found at these libraries:

Library Name Distance
Loading...

Este trabajo se fundamenta en el brevísimo cuento de Julio Cortázar titulado La continuidad de los parques, que podemos resumir parafraseando a Fernando Chelle: «Entre los distintos mundos de ficción está establecida una íntima continuidad, que se manifiesta decisiva, y que puede incluso llegar hasta la muerte» (del mundo o del observador, como se quiera). Pues, por encima de todo, tanto el paisaje como las palabras que lo cuentan y los poemas que lo cantan están fraternalmente abrazados. Por su propia naturaleza. Pues bien: el ensayo va por ahí.A partir de un precioso macguffin (siempre hemos querido usar esta expresión) de la escritora inglesa Jeanette Winterson, nos lanzamos a desentrañar qué tendrá Mánchester para que nuestra autora lo vea como un «paisaje de pocas palabras». Y organizamos la indagación, para empezar, en tres capítulos. Uno, sobre el paisaje; otro, sobre las palabras; y el tercero, sobre «pocas». No se nos podrá reprochar falta de orden o sistema.Buscamos ayuda por doquier. De hecho, el trabajo se construye como un peculiar patchwork, que recoge alborotadamente todos los trozos que hemos podido hilvanar, trayendo al juego a Montaigne, Simónides, los Alberti, Skármeta, Agatha Christie, Molière... (no se nos podrá reprochar falta de desorden).Pero la investigación reclama alguna comprobación empírica. Y con esa intención recorrimos dos ciudades y decenas de paisajes en ellas. Valladolid, donde vivimos. Y Mánchester, donde viajamos. Y constatamos que cada paisaje exige, sugiere y entrega poemas (cortos) que los describen mejor que cualquier otra explicación o representación. Y que cada paisaje se enreda inevitablemente en la vida (y en la muerte) de quienes lo contemplan: esa es su condición.Lo curioso es que el macguffin del arranque acabe resultando, paradójicamente, su principal logro, su mejor contenido.

Paisajes de pocas palabras