Guam es un paraíso idílico en una isla del Pacífico con habitantes amables.

Nos sentíamos afortunados de estar destinados allí, a pesar de los tifones, la vida silvestre, los acantilados y las montañas.

Después de mi divorcio, mi familia se fue, y me enfrenté a algunas sorpresas, entre ellas un terremoto y un accidente del que tuve que correr por mi vida, junto con mi amiga y el conductor del otro vehículo, antes de que explotara. La carretera estaba aislada, lejos de cualquier ayuda. Parecía una situación desesperada.

¿Por qué decidí quedarme después de que mi familia se fue? Me lo pregunté varias veces, como cuando me quedé sin trabajo y me preguntaba cómo iba a comer o pagar el alquiler. Aun así, la fortuna sonrió lo suficiente como para que pudiera salir adelante.

Con amigos y buena compañía, mantuve el ánimo a pesar de los altibajos de la vida.

¿Podría haber un final feliz para todo esto? La vida es una aventura, una experiencia de aprendizaje... Aún estaba por descubrirlo.