Tras la saga familiar originada por Servio Itálico, sus descendientes se enfrentarán a nuevos retos y problemas a lo largo del siglo II.
La conquista de Dacia, las interminables guerras contra los partos y las incursiones bárbaras marcarán la expansión territorial y cultural del principado adoptivo, una de las páginas más gloriosas del Imperio hasta la cesura definitiva que dieron la peste antonina y la guerra civil.
En un segundo plano, quedan las pasiones personales, los intrépidos viajes de exploración, las carreras magistrales y senatoriales, los amores y las dudas de generaciones enteras.
La visión complementaria del siglo la darán los mismos enemigos de Roma: el reino parto y las tribus bárbaras, siempre divididas entre la coexistencia y el conflicto.