La comuna Montañita – conocida internacionalmente por sus playas donde se practica el surf, y por su fama "fiestera" que atrae grandes flujos turísticos todo el año –, ha tenido grandes cambios durante las últimas cinco décadas. Sus habitantes, nativos comuneros que vivían mayormente de la agricultura, con participación en el mercado nacional, se han convertido en dueños de pequeños y medianos negocios relacionados con la industria turística, hoy por hoy, su única fuente de ingreso. Junto con el auge económico que trajo el turismo, ingresaron nuevos actores al espacio: residentes e inversionistas nacionales y extranjeros y agentes estatales, quienes participaron en la reconfiguración de Montañita como lugar turístico global, compitiendo por posesiones territoriales. Como consecuencia, el nativo comunero de la actualidad se siente enfrentado a una situación nueva: se cuestiona su legítima posición como dueño único de sus tierras comunales. La raíz de este cambio – de ser un pueblo agrícola a su identidad contemporánea – descansa en la venta y fraccionamiento de las tierras comunales, siendo la mercantilización territorial un efecto de las influencias políticas, que han actuado bajo el marco del capitalismo global.