Había una vez una historia prohibida entre las sombras y la luna llena...

Él pertenecía a la estirpe de los vampiros más antiguos, un linaje puro y poderoso que se remontaba a épocas inmemoriales. Su nacimiento, sin embargo, fue un misterio envuelto en contradicciones: vino al mundo a través de una madre humana, algo impensable entre los suyos. A pesar de ello, la sangre ancestral lo reconoció como legítimo, y fue coronado como el Príncipe de los Vampiros, portador de un legado oscuro y majestuoso.

Ella, por otro lado, era mucho más que una mujer lobo. Su alma ardía con la fuerza de los ancestros, pues había nacido de una poderosa Gamma, y el destino la había marcado desde su primer aliento. No solo era líder por derecho propio, sino que ostentaba un título sagrado entre los suyos: la Princesa de los Hombres Lobo, guardiana de su manada y símbolo de esperanza para su especie.

Dos mundos separados por antiguos pactos y viejas rencillas. Dos corazones destinados a vivir en orillas opuestas. Y sin embargo, entre ellos floreció algo inesperado: un amor profundo, desafiante e imposible de ignorar.