En los albores del Reino de Asturias, cuando la supervivencia de los cristianos pendía de un hilo y las tierras del norte temblaban bajo la amenaza del invasor, un puñado de hombres selló su destino en un rincón olvidado de León.

La batalla de Camposagrado, tan crucial como ignorada por los siglos, fue el último muro entre la vida y el olvido. Sin la presencia de su rey, Pelayo, fue el capitán Colinas quien, guiado por la fe y la astucia, reunió a hombres de todas las montañas y valles, y venció allí donde la esperanza había sido abandonada.

"Tu sin Nos" fue el lema que les legaron. Y los Tusinos, fundadores de una estirpe sin palacios ni blasones, nacieron de aquella sangre derramada.

Esta es la historia de aquellos días, de sus héroes y de su sacrificio. Un relato de barro, ceniza y gloria olvidada, donde la espada fue testamento y la tierra consagrada altar.

Porque hay gestas que no necesitan coronas para ser eternas.