Este audiolibro está narrado por una voz digital.

En los anales del antiguo Egipto, el faraón aparece como una figura de poder divino, un dios-rey inmortal cuyo reinado se creía ordenado por los propios dioses. La gloria de Egipto, sus templos monumentales, su vasto imperio y su incomparable riqueza recaían sobre los hombros de sus reyes, cuya autoridad se extendía más allá del reino de los hombres hasta los cielos. Sin embargo, detrás del trono, dentro de los secretos muros del harén del faraón, otra poderosa fuerza hervía a fuego lento, dando forma al curso de la historia de maneras que a menudo estaban ocultas a los ojos del mundo.

El harén real no era sólo un santuario para mujeres; fue un campo de batalla político, donde el amor, la ambición y la traición se entrelazan. Era un mundo donde concubinas, reinas, princesas e incluso sirvientes competían por el favor del faraón, buscando no sólo su afecto sino también poder, influencia y control sobre el futuro de Egipto. El harén era el hogar de mujeres que desempeñaron papeles decisivos en la configuración del destino de Egipto: algunas ejercieron el poder abiertamente, otras trabajaron en las sombras y muchas enfrentaron las últimas consecuencias cuando sobrepasaron los límites de sus roles prescritos.