Para Aideen MacBride, nada es comparable a la angustia de perder a sus hermanas. Guardando un secreto cuya revelación podría costarle la vida, se siente responsable de la seguridad de su hermana mediana, que está a punto de casarse con el príncipe heredero de los clanes de las Highlands. Este príncipe es un valiente e intrépido guerrero cuya sed de batalla le mantiene con vida. La unión entre estos dos poderosos clanes promete poner fin a una prolongada guerra civil que asola las fronteras del país, pero también desata intrigas y traiciones. Aideen se resigna al destino de convertirse en una pieza desechable en el juego político en el momento en que su hermana acepta a Alistair MacCalister como esposo. Desesperada por escapar de la influencia manipuladora de su ambiciosa madre, que no la considera más que un estorbo, Aideen decide huir. Sin embargo, el destino es irónico, y se encuentra exactamente donde nunca quiso estar: en los brazos del despiadado guerrero.