En uno de los campamentos de refugiados más antiguos del mundo, el de los refugiados saharauis, situado en el suroeste de Argelia, un hombre nos cuenta partes de su vida emocional en su propio lenguaje, sencillo y fluido. Él nos cuenta cómo sus sentimientos fueron afectados por el entorno que lo rodeaba. Este hombre nos habla de sus pensamientos más profundos, de sus sueños enterrados y de cómo esos sueños y sentimientos tocaron la realidad, que es capaz de poner de rodillas todo concepto bello, por su extrema crueldad. El héroe de esta historia parte con sus motivos personales desde el principio. Añadiendo con el paso de los años, ideas que leyó sobre el famoso personaje italiano Casanova. En su intento de vivir sus sueños, él se dispuso a transformar estos deseos en una realidad que vive, con la esperanza de que no hubiera graves consecuencias. En su viaje, este refugiado se enfrenta a los desafíos de la realidad cotidiana y a los rápidos cambios en la mentalidad de la comunidad saharaui. Todo esto describe con precisión su lucha diaria y su incansable búsqueda por vivir momentos de felicidad, sin perder lo ya conseguido.