El Departamento de la Divisa controla el comercio en el planeta Ielis desde que se fundó La Gran Orden. Con múltiples sedes a lo largo del globo, las cuotas de pago entre las ciudades han ido en aumento, llegando a un punto tan insostenible que ya no se podía comprar apenas material suficiente para reparar las protecciones que las ciudades tenían contra los Fem. Unos fenómenos meteorológicos tan adversos que la población había aprendido a temer. La ciudad de Élym, punto central del comercio y el contrabando, era la más estable de todas las urbes del planeta, después de la capital. El Regente, su máximo gobernante, tiene un plan para acabar con aquella situación. Geiss, por su parte, acaba cruzando su ajetreada vida de recuperador de artefactos con la ladrona más notoria de la ciudad, Deovah Iestis, cuyo oscuro pasado aún la persigue. A lo largo de su periplo, Geiss deberá decidir si seguir la estela de una misteriosa figura que afirma conocer la clave para salvar el planeta y a todos sus habitantes de una catástrofe inminente. Alguien con extraordinarios poderes que cambiará su percepción de la vida para siempre.