Es devastador cómo la lesión de Rico que lo dejó paralizado cambió su vida de las calles corruptas del condado de Prince Georges, Maryland/Washington D.C. a un seguidor de Cristo Jesús. Pasó de vivir una vida rápida con total independencia de su movilidad física a una vida lenta e inesperada de total dependencia tras una lesión en la médula espinal. Su lesión fue tan grave que pensó que ya no valía la pena vivir la vida después de que le dijeron que tenía que vivir el resto de su vida en una silla de ruedas a la edad de 22 años. Fue su introducción a Jesucristo a través del Espíritu Santo lo que Le dio una perspectiva completamente diferente con gratitud por la vida. De hecho, espera volver a caminar, a pesar del tiempo que permanece inmóvil.