¿Te atrevés a mirar en el espejo cuántico de tus propias decisiones?

Este libro no es una lectura: es un hechizo en papel. Imaginá un Buenos Aires donde las paredes susurran secretos en morse y pueblos que se esconden en los pliegues del Río de la Plata, donde el tiempo no fluye, sino que baila en espirales. Miniargumentos que te vas a devorar en un suspiro. Aquí cada historia es un universo portátil: una virgen que teje tapices con hilos de deseos prohibidos, un joven que colecciona gatos rengos como amuletos contra el olvido, y un tango invertido que resucita amantes. No necesitás mapas: solo dejarte llevar, porque el mapa sos vos.

Pero cuidado: tus otros "yo" te esperan. Esas versiones que abandonaste al elegir un camino —la madre que no fuiste, el amor que no besaste, la rabia que silenciaste— cobran vida en estas páginas. Algunas te mirarán con ojos de lamento, otras con sonrisas de venganza dulce. ¿Qué harías si te enfrentaras a quien pudiste ser en realidades paralelas?

Y aquí está el truco de magia más perverso: los finales no existen, los tejés vos. ¿La chica que baña a la luna en agua de canela logrará atrapar a los que huyen de sí mismos? ¿O preferirás creer que algunos misterios no deben resolverse?

Advertencia: en este libro las palabras no se leen, se clavan. Huelen a buñuelos fritos en culpa, a almas inquietas de almendras quemadas. Una vez que abras este libro, el Río de la Plata no te devolverá intacto: te convertirá en leyenda. ¿Respirás profundo y entrás... o preferís seguir creyendo que la realidad es solo una?

P.D.: Si después de leerlo tu reflejo en el espejo sonríe con dientes de otro siglo, no digas que no te lo advertií.