"Un cuento de Jerusalén" es una historia ambientada en la antigua Jerusalén, donde tres sacerdotes —Abel-Fitim, Buzi-Ben-Levi y Simeão, el Gizbarim— se apresuran a llegar a las murallas de la ciudad en medio de la tensión de una inminente intervención romana. Mientras debaten sobre la generosidad y la inconstancia de los paganos y reafirman su fe frente a la codicia de sus enemigos, se preparan para asegurar una ofrenda sagrada procedente de un templo de Pompeya. Rica en diálogos satíricos y referencias místicas, la narración explora el conflicto entre lo sagrado y lo profano, que culmina en un momento inesperado en el que la aparición de un animal singular perturba el orden ritual, simbolizando la ruptura de las tradiciones y la fragilidad de las convicciones.