Es un libro que aborda la compleja dinámica de la resolución de conflictos en el contexto del derecho internacional contemporáneo. En un mundo donde las normas y principios jurídicos se encuentran fragmentados debido a la multiplicidad de actores y el desarrollo de diversos regímenes jurídicos, la obra explora las herramientas y mecanismos disponibles para la solución pacífica de disputas entre estados y otros actores internacionales. A lo largo del texto, se analizan diferentes métodos de resolución de controversias, como la mediación, el arbitraje y la negociación, así como el papel de las organizaciones internacionales y las cortes internacionales en este proceso. El autor también discute los desafíos que enfrenta el sistema internacional para manejar disputas en un entorno en constante cambio y cada vez más interconectado. El enfoque del libro se centra en la importancia de mantener un orden jurídico que permita la coexistencia pacífica entre los estados y otros actores globales, resaltando la necesidad de un marco normativo que promueva la cooperación y la resolución diplomática de conflictos. En este contexto, se enfatiza la relevancia de principios como el respeto a la soberanía, la igualdad entre estados y la necesidad de un diálogo constructivo para enfrentar las tensiones que pueden surgir en el ámbito internacional.