Es un libro que aborda el concepto de justicia desde una perspectiva que enfatiza la importancia del diálogo y la igualdad entre las partes involucradas en un conflicto. La obra se centra en la idea de que la justicia no debe ser impuesta de manera autoritaria, sino que debe emerger de conversaciones y acuerdos entre individuos que se consideren iguales, fomentando un proceso más humano y comprensivo. El libro explora diferentes métodos de resolución de conflictos, destacando el papel de la mediación y el consenso. A través de ejemplos y análisis, se discuten los beneficios de esta aproximación, como la reducción de tensiones y un mayor sentido de responsabilidad compartida. Además, se plantea cómo esta visión puede transformar el sistema judicial tradicional y mejorar la convivencia social. La obra invita al lector a reflexionar sobre la naturaleza de la justicia y cómo la comunicación efectiva puede ser una herramienta poderosa para lograr un entendimiento mutuo y una resolución pacífica de disputas. En definitiva, es un llamado a promover valores de respeto, igualdad y colaboración en la búsqueda de una justicia más accesible y equitativa.