Dios nos cuenta la historia de nuestras vidas en un resumen que intenta ser una imagen de vida que nos consuele en estos tiempos.
En Dios y según nosotros podemos determinar lo que somos mediante la profecía de una vida y encontrar el camino por el que la vida nos va a inspirar el deseo de saber quiénes somos. Así, podemos comparar el deseo de saber quiénes somos con la imagen que proyectamos en nuestros encuentros, siendo nosotros vida, siendo nosotros amor y siendo el deseo de que lo que somos nos dé confianza en nuestros caminos de vida.
Desde pequeño Serafín siempre estuvo en búsqueda de algo más profundo de lo que suponía actualmente en este plano terrenal. Con la llegada de Dios en sus días, supo que tenía que renunciar a quien era para comenzar una nueva experiencia de vida. Este camino resuelve en él la mayor parte de sus experiencias, las que acuden al ser Único y Supremo y las que otorgan el Bien y la comprensión de quién él es.
Colaborando junto a Dios Fuente de vida, Serafín puede valorarse en nuevos propósitos, progresando en el camino de la búsqueda del ser y sumergiéndose en la sinceridad de sí mismo, y agradecido de vivir una experiencia profunda y sincera hoy puede acercarse a una única y verdadera historia de vida.