El terrorismo que inundó la Europa occidental surgió después del mayo del 68 y estuvo vinculado especialmente a la izquierda radical. La mayor parte de estos grupos tuvieron repercusión en los principales países, como las Brigadas Rojas en Italia, Action Directe en Francia, Grapo en España y la RAF en RFA, aunque también surgieron grupos en sintonía de menor repercusión en Grecia, Portugal y Bélgica. Algunos como el IRA y ETA tuvieron una mayor fuerza al tomar como base un nacionalismo revolucionario que les dio soporte social.  Todos ellos, tomaron como referencia a las guerrillas castristas americanas y los movimientos descolonizadores africanos y asiáticos, y se convirtieron en parte de la lucha de la Guerra Fría entre las dos grandes potencias.