Las jiras —con «j», como lo recomiendan María Moliner y Samuel Gili Gaya— es una novela centrada en las casi siempre sórdidas aventuras de un típico grupo de rock durante los años setenta. Al principio, tratan de sobrevivir como sea en su propio país, a pesar de que el Estado mexicano, como toda dictadura que se respetara en aquellos años, unió sus fuerzas con las de la iglesia y las de empresarios expoliadores —¡ay, el pleonasmo!— para prohibir su música con toda la hipocresía que lo caracterizaba. Total, Los Hijos del Ácido se ven obligados a emigrar a EE.UU., trabajan sin papeles y a salto de mata en un bar de mala muerte hasta ser deportados por la Border Patrol. Empeñado en volver a conquistar «el sueño americano» —sic—, el Amarillo se casa con una gringa y es reclutado para combatir en la atroz guerra de Vietnam.